Comencemos por el
aprendizaje
¿Cuánto aprende alguien sentado en un sillón?
Tal vez teoría,
pero
práctica faltaría.
Para aprender a nivel global y eficaz
necesitamos actuar y experimentar.
A esto le llamo aprendizaje natural.
“De los errores se aprende”
esto así se explica:
Uno escucha atento una explicación o un cuento,
y cualquier aleatorio día...
descubrirá para qué servía
aquello que en él se decía
y que
no comprendió en su día.
Pero ahora todo encaja y es hora de ponerlo en marcha.
Al ser la primera vez, errores podemos cometer.
No pasa nada,
debemos volverlo a
hacer,
una y otra vez hasta que nos salga bien.
Tener que repetir a veces nos hace sufrir
pero las ganas debemos mantener
pues es la única forma de aprender.
Tranquilo, te daré algo de interés y utilidad
y tú mismo lo querrás probar.
El éxito está asegurado si lo hacemos motivados.
Demos tiempo al tiempo
para
afianzar el aprendizaje que queremos.
Satisfechos estaremos
porque practicando
lo que aprendemos
jamás lo olvidaremos.
Por el
contrario…
¿Qué pasa con el aprendizaje acelerado?:
Nervios por todos los lados.
Explicación sin atención.
Ejercicios aislados y empapelados.
Mucha teoría y poca práctica.
Enseñanza arcaica.
Conceptos en listas sin conexión.
Gramática sin historias que le den valor.
Fin de la lección y paso a la siguiente
dando igual quien tenga enfrente.
Si algo ha calado, eso que te has llevado,
si por el contrario una parte se te resbaló de las manos...
tendrás que buscar a alguien que pueda ayudarte.
Y al final del día, lo que no se estudia se olvida.
Y aunque estudies...
la
teoría la perderás algún día.
Las matemáticas o los ríos
seguirán con su vida,
pero en nuestra mente jugarán al despiste
si en la práctica no las aprendiste.
Y en medio de este lapsus entre lo memorizado
y la
imposibilidad de ser recordado...
Están años de monótono estudio.
¿Por qué hacer del aprendizaje algo tedioso
cuando es un campo maravilloso?
Nuestra mejor cualidad humana.
Mezclemos razón con emoción y todo irá mucho mejor.
Y hablando de educación...
Por qué dejar fuera valores y preocupaciones,
intereses y
cualidades?
Cada uno tenemos las nuestras,
pero
todas son válidas y merecen la pena.
Escuchemos y demos ejemplo de aquello que tenemos bueno.
Todo el mundo tiene una voz.
Oigamos y expresemos lo que aporta valor.
Leguemos algo
positivo a la sociedad
porque cosas negativas los telediarios ya nos dan.
Si queremos ser felices
no enseñemos ni aprendamos con cara de lombrices.
Pongamos diversión y risa con un par de chistes
y un poema en cuanto te despistes.
Saca la emoción,
se aprende mejor
lo que
se graba en el corazón.
No lo digo yo,
lo dicen los sabios que estudio
porque también hago lo que promulgo.
Construyamos con la libertad creativa de los niños
y la precavida experiencia de los adultos
el mundo que deseamos.
hagamos lo que hagamos.
Ana Vanania
24-09-2015
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Lola (domingo, 17 enero 2016 21:48)
Una verdad cómo un templo.
Estaría muy bien que tomarán nota docentes que imparten clases...
Que los niños no se merecen.
Gracias Ana por este regalo.
Lola
silvi (viernes, 01 abril 2016 20:27)
las palabras no solo describen, también construyen. Una vez mas, Ana Vanania nos ofrece un buen andamiaje para apuntalar las ruinas de la educación, o mejor dicho, las claves para la arquitectura del aprendizaje del ser, y de lo humano.
ana vanania (sábado, 02 abril 2016 20:41)
Queridas Lola y Silvi, gracias por leer, compartir y comprender lo importante que es cualquier paso que podamos dar para mejorar la educación que los niños se merecen.
Samira (jueves, 13 octubre 2022 20:18)
Gracias por esta aportación, tu poema define perfecto la educacion.
Keke (miércoles, 02 noviembre 2022 18:12)
Este poema, demuestra en el autor, la necesidad de algo mejor, la educación no es un juego, sino que es una realidad, gracias Ana, por muchos hacer reflexionar